EXPLORANDO​COLOMBIA

Para mí, es el lugar más hermoso de la Guajira, tiene una magia, una tranquilidad, todo absolutamente todo es hermoso, la calidez de su gente, sus playas, su cultura, los niños jugando al aire libre.

Algo curioso durante mi viaje es que había más extranjeros que nacionales, tal vez ellos disfrutan más las panorámicas de esta región que nosotros.

Al igual que en el cabo de la Vela, el agua es escasa, pero la comida es abundante, el sitio más representativo para hospedarse es la "Ranchería de Luz Mila" que nos ofrece chinchorros por solo 15 mil pesos, bajo un rancho sin paredes, donde disfrutaremos el fresco de los vientos y el cielo estrellado.

Alrededor de este sector, hay varias playas e islotes que pueden ser visitados en lancha con la presencia de guía locales, pero definitivamente el lugar más representativo es el faro "Punta Gallinas"

Es el punto más norte de nuestro continente, estar allí te hace sentir una energía indescriptible y ver el atardecer no tiene palabras.

Para llegar a Punta Gallinas desde el cabo de la Vela, hay que atravesar un desierto árido y desolado, por favor no intenten ir solos, porque el riesgo de perderse es muy alto. En medio del desierto se pierde la carretera y es muy difícil retornar a ella. Antes de viajar escuche historias de gente que se pierde, por eso la mejor forma es contratar camionetas modificadas y conducidas por nativos de la región, los cuales conocen el desierto como la palma de su mano; si viajas en un carro o camioneta pequeña corres un alto riesgo de quedar atrapado en los bancos de arena del desierto.

Los nativos tienen 2 formas de viajar: una, es en grandes camionetas que te llevan por 50 mil pesos cada trayecto desde Cabo de la Vela hasta Punta Gallinas, demorandose alrededor de 4 horas y la segunda forma de viajar es por lancha desde Puerto Bolívar hasta Punta Gallinas, también por 50 mil pesos. Esta opción es obligatoria durante la época de invierno que origina inundaciones en la carretera del desierto.